Fecha: 28/03/2017
En las
últimas semanas, el Sr. Arzobispo, Javier Martínez, ha venido siendo tratado de
fuertes dolores lumbares, y en el día de ayer se le ha diagnosticado en el
P.T.S. una espondiloartrosis y una importante estenosis de canal lumbar. El
tratamiento médico, aparte de medicación y control de la dieta, dice que “debe
evitar todas aquellas actividades que supongan estar tiempo de pie o con marcha
prolongada”.
Naturalmente,
esto va a afectar, temporalmente si Dios quiere, a su presencia en procesiones
o en ciertos actos de la Semana Santa. Nuestro Arzobispo no ha dejado nunca
aprovechar cualquier ocasión que el Señor le concedía para expresar su amor (y
el amor de Dios) al pueblo cristiano que el mismo Señor le ha encomendado. Y va
a seguir haciéndolo en la medida en que sus fuerzas y los médicos se lo
permitan.
Posibles ausencias en actos de la Semana Santa o en las estaciones de
penitencia serían suplidas por sacerdotes de los Cabildos de la Catedral o de
la Capilla Real, o por algunos de los Vicarios Episcopales.
El Arzobispo
ofrece al Señor con alegría sus limitaciones y sus dolores —mucho más pequeños
que los que padecen muchas personas en los hospitales y en sus casas, y que los
sufrimientos de muchas personas sanas—, por la Iglesia y por el Papa, y
particularmente por la diócesis de Granada, y en ella por aquellas personas que
más puedan necesitar de una u otra forma la gracia y la bondad infinita de
Dios.
28 de marzo
del 2017