Fecha: 25/10/2017. Publicado en: En el libro conmemorativo editado por COPE Granada con motivo de su 50 aniversario.
Es un
verdadero gozo compartir con los directivos, trabajadores y oyentes de COPE la
celebración de los cincuenta años de historia de la emisora en Granada. Resulta
conmovedor evocar aquellos inicios de Radio Popular en nuestra ciudad y en
nuestra diócesis con el P. Linares y su sencilla y limpia pasión
evangelizadora. Eran tiempos muy distintos a los actuales, pero ya empezaba a
forjarse la identidad de una radio viva, deseosa de acompañar a los hombres y
mujeres de esta tierra en sus esperanzas y en sus luchas. Ya era una radio que
nacía de la experiencia viva de la fe de unos hombres y mujeres emprendedores,
que iniciaban una auténtica aventura. Como aventura empezó, y como aventura
sigue viva hoy. Como aventura y como reto: porque sigue siendo un desafío —y
acaso hoy más que nunca— hablar en la sociedad actual desde la fe en Jesucristo,
con la conciencia de que Jesucristo, “origen y plenitud de nuestra fe” (Heb 12,
1), tiene que ver con todas las cosas, y de que todas se iluminan y se ven y se
viven de otra manera desde la experiencia de la redención de Cristo y del Dios
que es Amor.
El caso es que
así fue cuajando la fisonomía de una radio que quería ser plenamente católica,
y también por tanto plenamente abierta al encuentro con todos, comprometida con
la verdad, con la justicia y con la libertad. Una radio dispuesta a asumir el
riesgo de vivir al aire libre, de buscar su propio sustento en la limpia
competencia con los únicos títulos de su buen hacer y de su mensaje. Los
obispos españoles comprendieron entonces la necesidad de apostar por un modelo
que habría de servir más eficazmente en el futuro a la presencia evangelizadora
de la Iglesia, en un mundo plural y cambiante, en el que mucha gente se ha
alejado de la fuente viva de la tradición cristiana.
Como Arzobispo
de Granada comprendo muy bien la lucidez de aquella intuición que se ha ido plasmando
y desarrollando a lo largo de estos cincuenta años. COPE ha sido un baluarte
para la libertad de todos, un espacio de encuentro y diálogo, y al mismo tiempo,
un faro para alumbrar con la inteligencia de la fe un tiempo de creciente
confusión sobre el valor y el significado de la vida humana. La Iglesia que
camina en Granada ha encontrado en COPE el cauce para hacer llegar a todos la
vida de sus comunidades, la fe, la esperanza y la caridad cotidianas vividas en
la Iglesia. Pero el servicio de nuestra emisora se ha producido en todos los
ámbitos del servicio al bien común: el debate político, la actividad económica,
las inquietudes de las familias, las necesidades de los barrios, el deporte… Su
horizonte ha sido y debe seguir siendo la totalidad de lo humano, con el riesgo
que eso conlleva de que se diluyan o se debiliten las referencias de la fe, y de
que intereses partidistas o ideológicos puedan ocupar su lugar. En nuestras
sociedades avanzadas, todo lo que retrocede la fe, lo retrocede igualmente,
idénticamente, la libertad de los hombres. En nuestras sociedades profundamente
heridas sería un crimen distribuir agua contaminada. Ahí ha estado y estará
siempre el desafío para COPE: no renunciar nunca a hablar de todo y con todos,
y no renunciar a hablar de todo desde la experiencia de la Iglesia, desde la
novedad de Cristo, desde la alegría del Evangelio, desde la esperanza que hemos
encontrado en Cristo, y que se ofrece a
todos
Este
aniversario nos ofrece muchos motivos de gratitud, y gratitud por la existencia
y por la misión de COPE. Gratitud, en primer lugar, al Señor, que ha sostenido
esta aventura en días de luz y de tormenta. Y también a tantos que han gastado
sus vidas en esta hermosa tarea. Os animo de corazón a proseguirla en este
cambio de época marcado por tantas incertidumbres y rupturas, en el que la luz
que procede del costado abierto de Jesús es más necesaria que nunca para los
hombres, nuestros hermanos.
Mons. Francisco Javier
Martínez
Arzobispo de Granada
Granada, 30 de septiembre de 2017