Cristo por nosotros se sometió incluso a la muerte, y una muerte de Cruz, quisiste compartir la condición humana, las miserias que acompañan la condición humana, la mentira, la traición, los celos, las envidias, y quisiste beber hasta el final el cáliz de
Cristo Resucitado, lo que la Iglesia proclama de Ti es que tu victoria sobre la muerte abraza la creación entera, abraza a la humanidad entera, nos abraza a todos, en Tu Resurrección –dirá San Pablo- hemos resucitado todos en esperanza ciertamente, pero la vida nueva que Tu vida hace florecer en nosotros es la garantía de que Tus promesas se cumplen. Señor, danos participar siempre del gozo de Tu Resurrección aunque pasemos por calladas oscuras, aunque haya momentos de extrema dificultad que nunca nos olvidemos que Tú nos llevas siempre de la mano hasta el gozo de Tu Reino.
Todo juntos:
Padre Nuestro que estás en el Cielo,
santificado sea tu nombre.
Venga a nosotros tu Reino.
Hágase tu Voluntad,
en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día.
Perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden.
No nos dejes caer en la tentación
y líbranos del mal.
Amén
+ Javier Martínez
Arzobispo de Granada
1 de abril de 2018
Plaza de las Pasiegas, Domingo de Resurrección