Reflexión y oración ante la Sagrada Imagen de la Hermandad del Vía Crucis en su estación de penitencia en la S.I Catedral, el Martes Santo.
Fecha: 16/04/2019
Si no fuera porque Tú has vencido a
la muerte y al pecado en tu cuerpo, en tu mismo cuerpo, muchas veces el ser
humano estaría tentado de pensar que la vida no merece la pena. Vivir es un camino
cuesta arriba muchas veces. Están los dolores físicos, las enfermedades. Pero
luego están los dolores morales: un matrimonio que se rompe, unos hijos que
quedan abandonados, una traición en un lugar de trabajo, una mentira mantenida
en el tiempo que termina envenenando la esperanza y el corazón.
No es demasiado injusto describir
nuestra vida como un via crucis. Y sin embargo, ponemos tu Via Crucis, Señor,
revestido de oro, y lo veneramos y lo adoramos y nos ponemos de pie ante tu
Paso porque somos conscientes de que tu Via Crucis cambia nuestro destino. En
lugar de ser un destino hacia la amargura y la desesperación, o la desconfianza
absoluta de unos para con otros, hacia el cinismo vacío, Tú nos cambias, como
pedía el pueblo de Israel. Cambia nuestra suerte, como los torrentes del
Negueb: “El que siembra entre lágrimas cosechará entre cantares”.
Cambia, Señor, nuestra suerte.
Invade nuestro corazón con tu Amor, de forma que podamos afrontar el via crucis
de cada una de nuestras vidas sin perder la certeza de ese Amor, la esperanza y
la confianza en tu Misericordia .
ORACIÓN:
Padre
Nuestro, que estás en el cielo,
santificado sea tu nombre,
venga a nosotros tu reino,
hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo.
Danos hoy
nuestro pan de cada día,
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden,
no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal.
Amén.
+ Javier Martínez
Arzobispo
de Granada
Plaza de
las Pasiegas (Granada)
16 de abril
de 2019