Fecha: 07/11/1997. Publicado en: Boletín Oficial de la Diócesis de Córdoba, VIII-XII de 1997. Pág. 241
Córdoba, 7 de Noviembre de 1997
Queridos miembros de la adoración nocturna:
He tenido noticia del sencillo homenaje que queréis hacer a D. Gaspar Bustos Álvarez, que durante tantos años os ha servido fielmente como Consiliario. No necesito deciros que me uno de todo corazón a ese homenaje de gratitud, vuestro y mío.
D. Gaspar os ha transmitido durante años ese amor a la Eucaristía y a la Iglesia que son la señal de vuestro espíritu. Ese amor hace que vuestra asociación sea una realidad viva en nuestra diócesis, una realidad que sigue creciendo, y que contribuye de manera notable a la misión de la Iglesia: que Cristo, el Redentor del hombre, sea conocido y amado por todos.
Si le he tenido que pedir a D. Gaspar que limitara su campo de acción apostólica, es porque la tarea de la Delegación del Clero, la de la Dirección de la Casa Sacerdotal y, sobre todo, la de la dirección espiritual de los seminaristas, no le permiten otra dedicación. Vosotros habéis comprendido perfectamente esta prioridad. Más aún, yo os confío expresamente a la Adoración Nocturna que le sigáis apoyando, a él y a toda la Diócesis, con vuestra oración por los sacerdotes y las vocaciones sacerdotales. ¡De la santidad de los sacerdotes dependen tantas cosas en la vida de los hombres y en el futuro del mundo!
Como sucesor de D. Gaspar, os he enviado a D. Juan Moreno Gutiérrez. Sé bien con cuánto cariño le habéis acogido. Y estoy seguro de que con su orientación y su consejo, la Adoración Nocturna de la Diócesis de Córdoba seguirá produciendo en vosotros, en vuestras parroquias y en vuestros ambientes de vida y de trabajo, los grandes frutos de vida que ha producido hasta ahora, y que está llamada a dar.
Vosotros lo sabéis muy bien, por experiencia: Jesucristo está entre nosotros, y El lo es todo. El lo puede todo. El es capaz de realizar el milagro de la esperanza del mundo.
Os bendigo a todos de corazón,
† Javier Martínez
Obispo de Córdoba