Flannery O’Connor
Fecha: 28/07/2008
Henry James solía decir que la calidad de una novela depende de la cantidad de “vida real” que uno pudiera percibir en ella. Lo que un novelista católico percibe en la vida es el misterio central de la fe cristiana: que por más horror que haya en la vida, Dios ha considerado que valía la pena morir por ella.