T.S. Eliot
Fecha: 28/07/2008. Publicado en: Coros de la Roca VII
Desierto y vacío. Desierto y vacío. Y las tinieblas sobre la faz del abismo.
Entonces vino, en un momento predeterminado, un momento en el tiempo, y del tiempo,
Un momento que no nacía del tiempo, pero en el tiempo, en lo que llamamos “historia”: cortando, dividiendo en dos el mundo del tiempo, un momento en el tiempo, pero no como son los momentos del tiempo,
Un momento en el tiempo, pero el tiempo había sido hecho gracias a aquel momento: pues sin significado no hay tiempo, y aquel momento del tiempo dio el significado.
Entonces pareció como si los hombres debieran avanzar de la luz a la luz, en la luz de la Palabra,
A través de la Pasión y el Sacrificio salvados a pesar de su ser negativo;
Bestiales como siempre, carnales, buscándose a sí mismos como siempre, egoístas y cegatos como siempre,
Pero siempre luchando, siempre reafirmándose, siempre reanudando la marcha por el camino iluminado por la luz;
A menudo deteniéndose, vagueando, perdiéndose, retardándose, volviendo, pero sin seguir otro camino.