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“Pido la comunión entre las hermandades y con la Federación y que se evite lo que no proviene de Dios"

Fecha: 14/04/2011. Publicado en: Revista Gólgota, de la Real Federación de Hermandades y Cofradías de Semana Santa de la Ciudad de Granada. Cuaresma 2011

Recientemente el Sr. Arzobispo ha expresado su deseo de que se retome la tradición secular de los Seises de la Catedral de Granada, para lo que pide la colaboración de los cofrades. Además, se van a volver a celebrar las Jornadas del Hotel del Duque con los hermanos mayores y la Real Federación y las Charlas Cuaresmales han sido presididas por el prelado así como el Vía Crucis de las hermandades de penitencia. El Sr. Arzobispo de Granada analiza, reflexiona y comenta sus vivencias con las cofradías en GÓLGOTA. Es la primera vez en la historia de la revista que un prelado granadino habla en sus páginas. Por Luis Javier López.

Acaba de celebrar los 25 años de su ordenación episcopal. Durante toda esa extensa trayectoria pastoral, ¿cuál ha sido su experiencia con los cofrades?
A lo largo de todos estos años en Madrid, en Córdoba y en Granada he vivido momentos de un gozo intenso con la vida cofrade y una gran comunión eclesial con las hermandades. Como sacerdote vivo mi ministerio con el fin de “ser servidor de vuestra alegría”, como dice San Pablo, y con el deseo de que mi ministerio sirva para que la alegría esté con todos vosotros, siempre partiendo del conocimiento del Amor de Jesucristo mostrado a través de su Redención.

Tras casi ocho años como Arzobispo de Granada, ¿cómo ve a las hermandades y cofradías de la capital?
Tengo una gran gratitud hacia las cofradías por su buen hacer y pido especialmente que se fomente la comunión entre las hermandades y con la Federación y que se evite todo aquello que las daña y no proviene de Dios, sino de su principal enemigo y de los intereses particulares que pueden dañar irremediablemente al mundo cofrade.

Recientemente Benedicto XVI decía que las hermandades son “escuelas de vida cristiana y talleres de santidad”.
Efectivamente, es lo que refería también Juan Pablo II diciendo que la las cofradías son “casa y escuela de comunión como lugar de afecto”.

¿Cómo considera el sentimiento de eclesialidad y de pertenencia a la Iglesia en las hermandades?
En un mundo en el que había riesgo de que las hermandades perdieran su identidad, han crecido y demostrado que quieren ser cristianos. Pese a las tensiones y dificultades, el crecimiento de su identidad ha sido muy grande y demuestran que quieren al Señor. No creo que nadie que vaya haciendo Estación de Penitencia hoy lo haga por apariencia social, sino que verdaderamente siente su penitencia.

En cuestiones como la defensa de la vida y del matrimonio y la familia, ¿qué cree que los cofrades pueden aportar a la Iglesia?
Los cofrades están en el seno de la Iglesia y como pueblo de Dios no han cesado de generar iniciativas propias de la complejidad del pueblo cristiano frente al mundo laico, que es muy plano. La familia es inherente a la vida de la Iglesia y permite experimentar una vida moral digna y civilizada.

Ante la crisis económica y, sobre todo, de valores, las cofradías tienen la formación y la caridad para afrontarlas.
Hay una gran crisis de humanidad y se pueden resolver los efectos de su virulencia con la caridad y los gestos de las hermandades, que se hacen sin publicidad, por lo cual les estoy muy agradecido. La respuesta a la crisis es descubrir una humanidad más verdadera y está en nuestra mano a partir del encuentro con Cristo y redescubriendo la caridad como motor de la historia humana. Debemos luchar por la recomposición de unas verdaderas comunidades libres y fraternas para asentar las condiciones de una economía al servicio del hombre, y no de los poderosos.

En ese reto supongo que tiene depositadas muchas esperanzas en los jóvenes cofrades granadinos.
Tenemos que ayudarles a descubrir la belleza interior de la fraternidad en torno a la Redención de Cristo y es una gran alegría poder ver cómo han surgido vocaciones en las hermandades.

Precisamente este año se celebra la JMJ, que tendrá un especial protagonismo granadino con la presencia de una de sus hermandades, la de Jesús Despojado.
La participación de esta Imagen en el Vía Crucis que presidirá el Papa será una ocasión de gracia para todos los cofrades y una experiencia muy enriquecedora que va a tener tanta repercusión en el mundo. También hago un llamamiento a las familias para que acojan a los jóvenes extranjeros que vendrán a Granada los días previos de las Jornadas y que no tengan miedo y que abran las puertas de sus casas como gesto de caridad.

Además este año viviremos la Coronación Canónica de María Santísima de la Aurora.
Sí, será un momento de especial alegría, de esperanza y de gozo disfrutándolo junto a la Virgen. Ya lo vivimos con la Coronación de María Santísima de la Misericordia [una foto de ese día está en la sala donde hacemos la entrevista] y ha sido uno de los momentos más bellos que he vivido como pastor al ver al pueblo cristiano unido. Ahora más que nunca necesitamos que, pese a la crisis, nuestros corazones puedan descansar en el amor de la Virgen María.

Otro gran momento suponemos que ha sido la celebración de la Passio Granatensis.
Así es, porque fue un trabajo común de las hermandades para el gozo de toda la sociedad en torno a Cristo y su Madre. Los hombres tienen necesidad de Dios y su Amor y de saberse queridos, y en un mundo como el nuestro de soledad y de falta de referencias humanas, las hermandades permitieron de forma extraordinaria que se pudiera disfrutar de la presencia de Cristo y de la Virgen.

Por otra parte, le trasladamos la preocupación generalizada en muchos cofrades por el estado de algunos templos de la ciudad. ¿Cree que las
Administraciones públicas están haciendo lo suficiente para su restauración?
Cuando hay un patrimonio tan rico y además las Administraciones carecen de liquidez por la situación que vivimos, se hace difícil que se atiendan las necesidades. Hay buena voluntad por parte de todos (Arzobispado, hermandades y Administraciones) para ir restaurando iglesias emblemáticas. De momento, se está actuando ya en San Miguel Bajo, y se va a comenzar en breve en San Nicolás y en San Matías.

Finalmente, ¿qué anhelo particular tiene dentro del mundo cofrade?
Miro al futuro con mucha esperanza. El Señor nos invita a volver la mirada hacia Él y a poner la esperanza en Él, además de atender nuestras acciones en clave de amistad, cooperación y de amor. Sin esos horizontes no hay nada en la vida. Debe haber la unión de ambas: encuentro con Dios y deseo de querernos como hermanos.

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