Pilar Rahola dice aquí que un amigo suyo dice que es la más creyente de los no creyentes. Yo me atrevería a añadir: que es más creyente que muchos creyentes que conozco (empezando por mí mismo), que vamos regularmente a la Iglesia, que acaso recibimos la comunión como si fuera sólo un acto de piedad individual, pero luego nuestras vidas se rigen diariamente más por intereses económicos o políticos, o de estatus, o de clase, que por el amor que confesamos o predicamos.
Una Iglesia (un pueblo cristiano entero) que empezase a vivir como los últimos Papas nos vienen llamando a vivir, y de manera concretísima el Papa Francisco, un pueblo que viviera derrochando amor como Dios lo ha derrochado en la creación y en la redención, y derrochándolo sencillamente porque en Cristo nos ha sido dado participar de ese AMOR que es Dios mismo, ¿os imagináis lo que sería eso? CIERTAMENTE, LA ÚNICA VERDADERA REVOLUCIÓN POSIBLE, Y A LA VEZ LA ÚNICA "POLÍTICA" VERDADERAMENTE CRISTIANA.
Doy gracia a Pilar Rahola por haber hecho este pregón, aunque sea "con el corazón en un puño". Gracias por haber dicho lo que has dicho, gracias por haberme recordado a mí quien soy y quién estoy llamado a ser, por habernos recordado a los cristianos quiénes somos y quiénes estamos llamados a ser. Gracias por decir lo que a veces nosotros mismos no tenemos el valor de decirnos.
Que el Dios en quien te cuesta creer te lo pague a la medida de su Amor infinito.
+ Javier Martínez
Arzobispo de Granada
20 de octubre de 2016